Tras varios años
trabajando en el mundo relacionado con las startups, tanto desde la propia
compañía como desde el lado inversor, cuando algún emprendedor que está
buscando capital me pide consejo sobre a qué inversores presentar la compañía
para levantar una ronda de capital o a cuales escoger cuando tiene la suerte de
tener varias “novias”, siempre le recomiendo que lo más importante es ponerse
en el lugar del otro para entenderlo y en ese momento, poder tomar la mejor
decisión posible.
Al fin y al cabo, si
buscamos en la Wikipedia qué es un inversor, encontraremos que se trata de “un individuo
o grupo que realiza una inversión en una empresa, bien como socio capitalista,
como accionista o con algún otro tipo de participación”
Si bien es cierta esta
definición, como mínimo en el mundo de las start-ups, la definición de inversor
puede ser más amplia, ya que va a ser un compañero
de viaje en un largo camino donde es muy probable que encontramos algún que
otro bache, y por lo tanto, va a estar involucrado en las decisiones que se
tomen, y al final, a pesar de lo que se dice, el dinero no lo es todo.
Empecé cometiendo el
error de fijarme sólo en el dinero, y tras varios aciertos y errores, descubrir
que para cada momento y situación se precisa un inversor determinado o una
combinación de ellos que te complementen como emprendedor. Conocer a tu
inversor puede llegar a ser tan o más valioso que el dinero que te aportan. Por
eso, como cualquier gran viaje, es muy importante saber escoger los compañeros de viaje.
Para que lo podáis
entender, con el paso del tiempo he llegado a asimilar a los diferentes tipos
de inversores en diversos animales de la naturaleza con diversos
comportamientos….
1.
Inversor Tortuga: la Tortuga deja los
huevos y se va.
El que realmente te
aporta como emprendedor es únicamente
dinero. Te invierte, y ni opina, ni quiere, ni se preocupa, hasta el día
que vende, que viene a firmar.
2.
Inversor Abeja: Parece dulce, hace
miel, pero el día que pica, te hace daño.
El
que invierte dinero, y no opina sobre tu gestión, te deja hacer, pero el día
que considera que algo no le gusta, vas a ver que no es un inversor Tortuga,
pudiendo sus intereses no estar alineados con los del emprendedor e incluso con
los de la empresa.
3. Inversor Mosca: Está dando vueltas y hacienda
ruido, pero no aporta.
Este
inversor se cree que sabe de todo, y
quiere opinar sobre todo, pero realmente molesta más de lo que aporta.
4. Inversor León: es el rey, y todos quieren
seguirle
Este
inversor, a parte de dinero, te aporta reputación,
y por lo tanto visibilidad, y muchas veces arrastra a otros “followers” (más
inversores que invierten donde él invierte)
5. Inversor Delfin: Es uno de los animales más
inteligentes.
Este
inversor te aporta además de dinero, un recurso muy importante, conocimiento.
Este
inversor tiene muy buenos contactos con
otros inversores, que potencialmente pueden invertir también en tu empresa.
Este tipo de inversor te facilitará los procesos de fundraising en rondas
futuras
7. El inversor Cebra: La cebra se relaciona muy bien con otras especies.
Este inversor, te aporta
también contactos de negocio, normalmente
clientes. Esto es muy valioso, ya que si una empresa sin ventas, no tiene
sentido. Si incrementas tu base de clientes y tu facturación, tu empresa valdrá
más, podrás retrasar la ronda de inversion, incrementar tu poder de
negociación, etc (pero esto, mejor lo hablamos otro día)
8. El inversor Perro: El perro es el mejor
amigo del hombre
Es
un inversor que va a estar a tu lado, tanto en los buenos como en los malos
momentos te va a apoyar en los
momentos difíciles, va a luchar por tu empresa, vais a ser grandes amigos.
En definitiva, por definición no hay uno bueno o malo, sino
que serán mejores o peores para nuestra empresa en función de lo que
necesitemos / busquemos y del momento en que nos encontremos.
Lo importante es que
sepamos diferenciar la tipología de inversores con los que nos relacionamos,
para poder decidir si queremos que
viajen con nosotros o no y hasta donde estamos dispuestos a llegar con ellos.
Depende de los
compañeros que elijas, tendrás un viaje con más o menos turbulencias.
Para acabar, siempre pide
referencias, al menos, a dos empresas que hayan sido invertidas por el inversor
que elijas para saber cómo se comporta, especialmente en el momento de baches, y
poder tomar tu decisión con pleno conocimiento.
El dinero, no es sólo dinero.