martes, 27 de mayo de 2014

La Selva del mundo de Inversión en startups


Tras varios años trabajando en el mundo relacionado con las startups, tanto desde la propia compañía como desde el lado inversor, cuando algún emprendedor que está buscando capital me pide consejo sobre a qué inversores presentar la compañía para levantar una ronda de capital o a cuales escoger cuando tiene la suerte de tener varias “novias”, siempre le recomiendo que lo más importante es ponerse en el lugar del otro para entenderlo y en ese momento, poder tomar la mejor decisión posible.

Al fin y al cabo, si buscamos en la Wikipedia qué es un inversor, encontraremos que se trata de “un individuo o grupo que realiza una inversión en una empresa, bien como socio capitalista, como accionista o con algún otro tipo de participación”

Si bien es cierta esta definición, como mínimo en el mundo de las start-ups, la definición de inversor puede ser más amplia, ya que va a ser un compañero de viaje en un largo camino donde es muy probable que encontramos algún que otro bache, y por lo tanto, va a estar involucrado en las decisiones que se tomen, y al final, a pesar de lo que se dice, el dinero no lo es todo.

Empecé cometiendo el error de fijarme sólo en el dinero, y tras varios aciertos y errores, descubrir que para cada momento y situación se precisa un inversor determinado o una combinación de ellos que te complementen como emprendedor. Conocer a tu inversor puede llegar a ser tan o más valioso que el dinero que te aportan. Por eso, como cualquier gran viaje, es muy importante saber escoger los compañeros de viaje.

Para que lo podáis entender, con el paso del tiempo he llegado a asimilar a los diferentes tipos de inversores en diversos animales de la naturaleza con diversos comportamientos….
 

1.    Inversor Tortuga: la Tortuga deja los huevos y se va.

El que realmente te aporta como emprendedor es únicamente dinero. Te invierte, y ni opina, ni quiere, ni se preocupa, hasta el día que vende, que viene a firmar.

 
2.    Inversor Abeja: Parece dulce, hace miel, pero el día que pica, te hace daño.

El que invierte dinero, y no opina sobre tu gestión, te deja hacer, pero el día que considera que algo no le gusta, vas a ver que no es un inversor Tortuga, pudiendo sus intereses no estar alineados con los del emprendedor e incluso con los de la empresa.



3.    Inversor Mosca: Está dando vueltas y hacienda ruido, pero no aporta.

Este inversor se cree que sabe de todo, y quiere opinar sobre todo, pero realmente molesta más de lo que aporta.
 

     4.    Inversor León: es el rey, y todos quieren seguirle

Este inversor, a parte de dinero, te aporta reputación, y por lo tanto visibilidad, y muchas veces arrastra a otros “followers” (más inversores que invierten donde él invierte)
 

   5.    Inversor Delfin: Es uno de los animales más inteligentes.

Este inversor te aporta además de dinero, un recurso muy importante, conocimiento.


  
    6.   Inversor Ñu: El ñu se relaciona muy bien con los de su especie.

Este inversor tiene muy buenos contactos con otros inversores, que potencialmente pueden invertir también en tu empresa. Este tipo de inversor te facilitará los procesos de fundraising en rondas futuras


7.    El inversor Cebra: La cebra se relaciona muy bien con otras especies.

Este inversor, te aporta también contactos de negocio, normalmente clientes. Esto es muy valioso, ya que si una empresa sin ventas, no tiene sentido. Si incrementas tu base de clientes y tu facturación, tu empresa valdrá más, podrás retrasar la ronda de inversion, incrementar tu poder de negociación, etc (pero esto, mejor lo hablamos otro día)
 

       8.  El inversor Perro: El perro es el mejor amigo del hombre

Es un inversor que va a estar a tu lado, tanto en los buenos como en los malos momentos te va a apoyar en los momentos difíciles, va a luchar por tu empresa, vais a ser grandes amigos.


En definitiva,  por definición no hay uno bueno o malo, sino que serán mejores o peores para nuestra empresa en función de lo que necesitemos / busquemos y del momento en que nos encontremos.

Lo importante es que sepamos diferenciar la tipología de inversores con los que nos relacionamos, para poder decidir si queremos que viajen con nosotros o no y hasta donde estamos dispuestos a llegar con ellos.

Depende de los compañeros que elijas, tendrás un viaje con más o menos turbulencias.

Para acabar, siempre pide referencias, al menos, a dos empresas que hayan sido invertidas por el inversor que elijas para saber cómo se comporta, especialmente en el momento de baches, y poder tomar tu decisión con pleno conocimiento.

El dinero, no es sólo dinero.